encontré el VHS donde estaba grabado todo aquello que olvidé
domingo, 27 de febrero de 2011
domingo, 20 de febrero de 2011
Heliotrope
No es que me perturbe el silencio de la noche. A esta altura pienso que nada es mas perturbante que la profunda respiración de tu cuerpo, saliendo por cada poro de mi piel. Y no es solo por el recuerdo que nos obligamos a olvidar, sino porque en cada cosa que me rodea dejaste escrito el nombre de tu aliento, como si ellas fueran mas sencillas al ser nombradas fuera del contexto en que el fueron creadas.
Si el renombrar todo fuese el único modo de cambiar esta esquizoide manera de comprender el mundo a mi al rededor después de cada noche en la que apareces en mis sueños, todo perdería el sentido de pertenencia que hace que, por fracciones de segundos cada vez mas largas, comprenda que no hay una realidad en este universo.Volvería a vivir en sueños, una y otra vez, para asegurarme que tampoco tu accionar es guiado por mi misma.
Tampoco dudo ya de la realidad, simplemente porque ya no creo en ella, porque cada realidad, la tuya y la mia, solamente se formulan existiendo independientemente de nosotros, y eso es imposible hasta para el más objetivo de los hombres en la tierra.
No puedo desligarme de lo que pienso al respecto de lo que nos rodea, y no puedo evitar que el sonido de las hojas me persiga a donde voy, y que el miedo se apodere de lo que alguna vez fue un cuerpo liberado.
El mirar más lejos solo deja la inconstante sensación de que nunca fue real la realidad que construimos, solo fue una idea nefasta del mundo, un sueño.
Yo ya no tengo miedo de vivir en mis sueños, porque en definitiva solo son ellos mi propia realidad.
Si el renombrar todo fuese el único modo de cambiar esta esquizoide manera de comprender el mundo a mi al rededor después de cada noche en la que apareces en mis sueños, todo perdería el sentido de pertenencia que hace que, por fracciones de segundos cada vez mas largas, comprenda que no hay una realidad en este universo.Volvería a vivir en sueños, una y otra vez, para asegurarme que tampoco tu accionar es guiado por mi misma.
Tampoco dudo ya de la realidad, simplemente porque ya no creo en ella, porque cada realidad, la tuya y la mia, solamente se formulan existiendo independientemente de nosotros, y eso es imposible hasta para el más objetivo de los hombres en la tierra.
No puedo desligarme de lo que pienso al respecto de lo que nos rodea, y no puedo evitar que el sonido de las hojas me persiga a donde voy, y que el miedo se apodere de lo que alguna vez fue un cuerpo liberado.
El mirar más lejos solo deja la inconstante sensación de que nunca fue real la realidad que construimos, solo fue una idea nefasta del mundo, un sueño.
Yo ya no tengo miedo de vivir en mis sueños, porque en definitiva solo son ellos mi propia realidad.
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